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Las dos Marías

Santiago de Compostela, una ciudad conocida por su rica historia, su impresionante catedral y, por supuesto, el Camino de Santiago. Sin embargo, hay historias que, aunque menos conocidas, son igualmente significativas y representan la esencia y el espíritu de la ciudad. Una de esas historias es la de las Dos Marías, Maruxa y Coralia Fandiño Ricart.

¿Quiénes eran las Dos Marías?

Maruxa y Coralia, conocidas en la ciudad como «las dos en punto» o «las dos Marías», eran dos hermanas inseparables que se convirtieron en un símbolo de resistencia y color en una Compostela gris y sombría durante la época del franquismo. Su actitud irreverente, su gusto por los colores vivos y su resistencia contra el régimen franquista las convirtieron en figuras icónicas en la ciudad.

Después de la trágica pérdida de una tercera hermana Fandiño de nombre Sara a temprana edad, Maruxa y Coralia se volvieron aún más inseparables, fortaleciendo su vínculo y apoyándose mutuamente en los tiempos difíciles que se avecinaban. A pesar de las adversidades y el ambiente represivo del franquismo, las hermanas continuaron vistiendo con audacia, siendo un símbolo de resistencia y esperanza para muchos en Santiago. Su elección de colores brillantes y estampados audaces no era solo una declaración de moda, sino también un acto de desafío contra la monotonía y la opresión del régimen.

La gente de la ciudad comenzó a ver en ellas un reflejo de la resistencia silenciosa, pero poderosa, contra la represión. Las historias sobre su valentía y su espíritu indomable se transmitieron de generación en generación, convirtiéndolas en leyendas locales. A pesar de las diferencias en sus personalidades, con Maruxa siendo la más audaz y Coralia la más reservada, juntas formaron un dúo inquebrantable que dejó una huella imborrable en el corazón de Santiago de Compostela.

La Historia detrás de las Dos Marías

Ambas hermanas eran costureiras y tenían su taller en la rúa do Espírito Santo. Pero más allá de su profesión, lo que las hizo destacar fue su valentía y resistencia. Tras el Golpe de Estado de 1936, la Guardia Civil buscó a tres de sus hermanos, militantes del movimiento anarquista. Aunque uno de ellos, Manuel, logró esconderse, las hermanas sufrieron acoso y humillación por parte de las autoridades para forzar la entrega de su hermano.

Sin embargo, en lugar de dejarse intimidar, Maruxa y Coralia decidieron resistir a su manera. Comenzaron a pasear juntas por la ciudad, vistiendo colores brillantes y llamativos, desafiando así las normas y la represión del régimen. Su actitud y su aspecto se convirtieron en un símbolo de resistencia y resiliencia, y pronto se ganaron el cariño y el respeto de los habitantes de la ciudad.

El Legado de las Dos Marías

Hoy en día, las Dos Marías son recordadas y homenajeadas con una alegre escultura de bronce coloreada, creada por el escultor César Lombera. Esta obra, situada en el lugar donde solían terminar sus paseos diarios, captura la esencia y el espíritu de estas dos mujeres. Con el tiempo, el propio artista se encarga de restaurar y cambiar los colores de la escultura, manteniendo viva la memoria de Maruxa y Coralia.

Un Paseo desde el Hotel Compostela

Para aquellos que se alojen en el Hotel Compostela, la escultura de las Dos Marías se encuentra a escasos minutos paseando. Es una parada obligatoria para quienes deseen conocer más sobre la historia y el espíritu de Santiago de Compostela.

Las Dos Marías no son solo dos figuras históricas de Santiago de Compostela; son un recordatorio de la resistencia, la valentía y el espíritu indomable del pueblo gallego. Su historia es un testimonio de cómo, incluso en los tiempos más oscuros, el color, la alegría y la resistencia pueden brillar con fuerza. Así que, cuando pasees por las calles de Compostela y te encuentres con la escultura de estas dos mujeres, recuerda su historia y el legado que dejaron atrás.